Uno de los días más felices para Britney Spears se convirtió en un completo desastre, tras que su primer esposo, Jason Alexander, irrumpiera en la casa de la cantante para intentar colarse en su boda


Uno de los días más felices para Britney Spears se convirtió en un completo desastre, tras que su primer esposo, Jason Alexander, irrumpiera en la casa de la cantante para intentar colarse en su boda